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Un ministerio con ambiciones correctas – Pastor Miguel Núñez

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El pastor Miguel Núñez continuó hoy su serie Poder En La Debilidad, con el mensaje titulado: Un Ministerio Con Ambiciones Correctas, basado en 2 Corintios 5:9-17.

Hace dos semanas el mensaje fue sobre los versículos del 1 al 8, donde Pablo habla acerca de vivir por fe y no por vista, y que debemos prepararnos para el día que nos corresponda estar frente al Señor, y que para él era preferible dejar este cuerpo de carne pecaminoso y estar presente en el Señor, porque para él vivir es Cristo y morir es ganancia.

Ahora, en los versículos a exponer, del 9 al 17, el apóstol nos habla de que estemos preparados y aceptados, porque todos tendremos que presentarnos al tribunal de Cristo para ser juzgados por nuestros actos en este mundo. Seremos juzgados y/o recompensados por nuestras motivaciones, disponibilidad  y uso de los dones espirituales.

Así mismo, nos motiva a vivir vidas piadosas y compartir el Evangelio a sabiendas de que cada quien tendrá que rendir cuentas a Dios. Pablo nos muestra sus ambiciones y sus motivaciones. Agradar a Dios, y las razones para agradarlo. Su pasión y deseo era ser agradable a Dios, no a los hombres, para encontrarse aprobado cuando le corresponda presentarse frente a Dios a rendir cuentas.

El versículo 10 muestra la obligatoriedad de rendir cuentas frente a Dios de nuestras acciones y actitudes. Será obligatorio.  Los juzgados seremos todos, cada uno de nosotros, en un lugar específico, en el cielo, frente a frente a Cristo, en quien Dios ha delegado estas funciones.  Este juicio será para todos los creyentes, y Pablo quería que Dios lo encontrara aceptado, quería serle agradable, por el temor que tenía de Dios.

En nuestros casos, deberemos rendir cuentas sobre los dones y talentos que nos han sido confiados. Nos han sido entregados recursos físicos que deben ser utilizados para la expansión del reino de Dios, hijos para que los criemos en el temor de Dios, que sean para Su gloria, nuestras profesiones para que glorifiquemos y sirvamos a Dios a través de éstas, y así con cada una de las cosas que Dios nos ha entregado.

Este juicio es para creyentes, individualmente, aún hayamos recibido salvación, pero debemos rendir cuentas cuando Dios saque a la luz todas las cosas. En ese momento seremos recompensados de acuerdo a las motivaciones de nuestro corazón.

En esta carta, el apóstol también apelaba a las conciencias de los corintios, porque quería que quedara claro que su ministerio, ante esta iglesia de Corinto, había sido totalmente abierto y honesto, quería que entendieran sus motivos y acciones tan claro como Dios lo conocía. 

Nos muestra que Cristo murió por todos demostrando ese gran amor por la humanidad, asumiendo el pecado de todos sin haber sido Él pecador. Así como nos identificamos con Su muerte, debemos identificarnos con Su vida sacrificial para con todos. Una vida egoísta y egocéntrica es inapropiada para creyentes comprados con sangre.  Por eso, a partir del momento que  participamos de la muerte de Cristo y que hemos nacido de nuevo, somos una nueva criatura, y todas las cosas son hechas nuevas. Ya no actuamos ni reaccionamos con antes.

Que el Señor nos ayude a cumplir con las responsabilidades que nos ha dado y que al final de nuestras vidas podamos ser hallados agradables a Él. Bendiciones.

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